A tres horas en tren de Varsovia se encuentra Cracovia, lugar fantástico donde el tiempo parece haberse detenido en su casco viejo y de repente te encuentras en el medievo... si no fuera porque la "modernidad" lo inunda todo y las hordas de turistas y las tiendas dedicadas a ellos campan por todas partes. La globalización tiene estas cosas. Nada que ver con la tranquilidad que encontré en la Navidad de hace 9 años.
Cracovia está llena de iglesias, iglesias, iglesias,... Y la gente es muy muy devota. Entrar a una iglesia no es simplemente visitar un edificio de siglos atrás, son realmente templos de culto donde es de lo más normal encontrarte la iglesia abarrotada de gente de rodillas y rezando a cualquier hora.
Este grupo de turistas japoneses estaban posando ante su guía en Wawel, una colina fortificada que alberga el Castillo Real y la Catedral.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario