miércoles, 13 de agosto de 2008

Palestina mon amour....

Imágenes del "muro de las lamentaciones palestino". No hay palabras para explicar la aberración que se está cometiendo con el pueblo palestino.... Después de la visita a Belén y Jericó, de ver la muerte en vida de tantas personas, no pude hacer más fotos. Se acabaron las vacaciones.

LA ÚLTIMA TARDE EN ESTA TIERRA


La última tarde en esta tierra cortamos nuestros días

de nuestros arbustos y contamos los corazones que nos llevaremos

y los que dejaremos, allí. La última tarde

no nos despedimos de nada, y no encontramos tiempo para nuestro fin.

Todo permanece en su estado, el lugar renueva nuestros sueños

y a sus visitantes. De pronto no somos capaces de ironizar

porque el lugar está preparado para acoger al vacío. Aquí, la última tarde

gozamos de las montañas rodeadas de nubes. Conquista y reconquista

y un tiempo antiguo que entrega a este tiempo nuevo las llaves de nuestras puertas.

Entrad en nuestras casas, conquistadores, y bebed nuestro vino

de nuestra sencilla moaxaja, porque nosotros somos la noche en su medianoche, y no hay

alba portada por un jinete procedente de la última llamada a la oración.

Nuestro té es verde y caliente, bebedlo. Nuestros pistachos son frescos, comedlos,

y las camas son verdes, de madera de cedro, rendíos al sueño

después de este largo asedio, y dormid sobre el plumón de nuestros sueños.

Las sábanas están preparadas, los perfumes colocados en la puerta y los espejos son numerosos.

Entrad para que nosotros salgamos del todo. Dentro de poco buscaremos lo que

fue nuestra Historia en torno a la vuestra en los países lejanos

y al final nos preguntaremos: ¿Al Andalus estuvo

aquí o allí? ¿Sobre la tierra... o en el poema?

Mahmud Darwish in memoriam.







Guillermo con Comrad, un polaco del Carmel, que conocimos en Jericó y con el que volvimos a Jerusalem vía Ramala. Comrad había estado los días anteriores en Nablús, conviviendo con una familia palestina y nos contó cosas realmente espeluznantes del día a día palestino: los cortes de luz, las incursiones de los militares israelíes en las casas palestinas, la falta de alimentos, de trabajo, la desesperación, y la generosidad de los palestinos con los extranjeros. De esto fuimos testigos en el autobús que compartimos con unas mujeres palestinas, que aún no teniendo nada material, cuando vieron que se nos acababa el agua, nos obligaron a coger la suya. Cuando las mujeres se bajaron, el conductor del autobús nos dijo que no podíamos imaginar lo pobres que eran esas mujeres. Pero ante nuestra sed, nos dieron su agua.



Por hacer estas fotos recibimos una buena reprimenda de los militares israelies . Por suerte no entendemos el hebreo y nunca sabremos las dulzuras que nos dedicaron, pero por el tono ya nos podemos imaginar que no era nada bueno (y además utilizaban altavoces, así que todo el mundo se enteró de la que nos estaba cayendo).




Vuelta a Jerusalem

Amman y Jerusalem están a menos de 100 kms de distancia, las carreteras que unen las dos ciudades están perfectamente, pero la realidad es que salimos a las 9.30 de Amman y no llegamos a Jerusalem hasta las 14.30 horas. Por qué? Pues porque los militares israelies te hacen pasar unos controles inverosímiles para poder entrar en Israel. El interrogatorio al que nos sometieron entre otras cuestiones incluían preguntarme por el nombre de mi padre...

Pasamos la tarde en el Museo de Israel y el atardecer en el Muro de las Lamentaciones...



Paseo por Amman

La capital jordana no es El Cairo, pero puedes pasar un día recorriendo el teatro romano, los bazares del centro o su museo de arqueología donde se hallan las estatuas humanas más antiguas del mundo (más de 6.000 años).




Jerash

En el norte de Jordania se encuentran unas ruinas de una antigua ciudad romana, así que allá que nos fuimos...





Y para acabar, muñeca a la venta en las jugueterías jordanas...

Flotando en el Mar Muerto

Qué podemos decir del Mar Muerto? Es una experiencia extraña, el agua está ardiendo, la sal petrificada en la orilla te hiere la planta de los pies lo que hace que te lances al agua corriendo, y una vez en el agua, irremediablemente flotas y flotas. Y entonces te dedicas a hacer todas las tonterias que se te ocurren...

Normalmente, todo el mundo prefiere utilizar las playas (privadas) de los hoteles para nadar en el Mar Muerto, pero nosotros decidimos ir a una playa pública jordana (gratuita). No están tan limpias como las de los hoteles, pero te permiten conocer lugareños, como éstos que tomaron a Guillermo como mascota y decidieron embadurnarle de barro (terapéutico) del Mar Muerto. Creo que se lo pasaron bien con nosotros. Nosotros con ellos también.



Y después del barro, toca ducharse...
Yo me puse el barro solita...


Aunque para la ducha necesité la ayuda de los amigos jordanos (he de decir que las señoras de nuestros amigos estaban tapadíssssimas esperando en la sombra con los niños).


Y después del baño, una buena comida en Madaba que termina con una narguile o pipa de agua. Día redondo.



Explorando caminos escondidos en Petra

El segundo día en Petra decidimos explorar nuevos caminos que nos llevaran hasta el "Tesoro", así que nos metimos por un camino por el que no nos encontramos con nadie, y cuando parecía que estábamos totalmente perdidos, nos encontramos con un lugar repleto de tumbas nabateas que nos llevaron al centro de la ciudad antigua. Este segundo día en Petra tuvimos que cambiar de calzado porque el calzado del día anterior nos había creado tal cantidad de ampollas en los pies que era imposible volver a llevar el mismo calzado.

El camino estaba lleno de obstáculos, rocas gigantescas que había que saltar. No fue fácil.

Había momentos en que el camino era realmente angosto.

Aquí Guillermo se encuentra valorando la posibilidad de que nos hubiésemos perdido.


Y entonces el camino desapareció y nos encontramos con un 'valle' repleto de tumbas.






Petra está repleta de niños que te quieren llevar en camello o burro por los múltiples caminos que conducen a las tumbas.