Qué podemos decir del Mar Muerto? Es una experiencia extraña, el agua está ardiendo, la sal petrificada en la orilla te hiere la planta de los pies lo que hace que te lances al agua corriendo, y una vez en el agua, irremediablemente flotas y flotas. Y entonces te dedicas a hacer todas las tonterias que se te ocurren...
Normalmente, todo el mundo prefiere utilizar las playas (privadas) de los hoteles para nadar en el Mar Muerto, pero nosotros decidimos ir a una playa pública jordana (gratuita). No están tan limpias como las de los hoteles, pero te permiten conocer lugareños, como éstos que tomaron a Guillermo como mascota y decidieron embadurnarle de barro (terapéutico) del Mar Muerto. Creo que se lo pasaron bien con nosotros. Nosotros con ellos también.
Y después del barro, toca ducharse...
Yo me puse el barro solita...
Aunque para la ducha necesité la ayuda de los amigos jordanos (he de decir que las señoras de nuestros amigos estaban tapadíssssimas esperando en la sombra con los niños).
Y después del baño, una buena comida en Madaba que termina con una narguile o pipa de agua. Día redondo.
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