Petra es la joya de la corona jordana. Repleta de templos y tumbas esculpidas en las paredes por los nabateos (época prerromana). Es conocida por la ciudad rosa, porque la arenisca de las paredes es de este color y los templos y tumbas brillan con el sol de forma espectacular.
Para llegar al Tesoro (Al-Khazneh, la tumba más fotografiada de Petra) se ha de recorrer el Siq, que conecta Wadi Musa (el pueblo) con la ciudad rosa. El recorrido es de un kilómetro y medio pero resulta un placer por lo onírico del lugar.
Al final del Siq se divisa el Tesoro.
Una vez visto el Tesoro, lo mejor es perderse por los diversos caminos de la ciudad antigua. Nosotros nos perdimos realmente junto con dos chicos alemanes, y acabamos en un lugar inhóspito pero lleno de calma. Aquí se ve la ciudad antigua desde el altar de los Sacrificios.
Otra caminata es subir hasta el Monasterio (Al-Deir) , después de subir los ochocientos escalones que llevan a él, llegas totalmente destrozado, pero merece la pena encontrarte allí con el Monasterio, el silencio, las vistas, y una jaima chill-out donde tomarte una limonada con menta.
Ésta soy yo después de subir los ochocientos escalones a las 3 de la tarde bajo un sol sofocante. Me pasé 10 minutos haciendo fotos en esta postura. No podía más!
Impresionantes vistas desde el Monasterio..
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