Se aproximan las 4 de la mañana y aquí estoy, trabajando. Esta última semana ha sido bastante intensa y aún tengo trabajos que terminar. Para colmo, hoy tenía que pasarme el día en la biblioteca de la universidad pero los festejos del 4 de Julio se han eternizado al 5 de Julio y la biblioteca estaba cerrada. De hecho, el banco estaba cerrado y también la comisaría (os he de explicar mis peleas en la comisaría que van a enviarme a Guantánamo en breve). Así que me he encerrado en casa y aquí me he pasado todo el día frente al ordenador escribiendo. Ya se me cierran los ojos, así que me voy a dormir. Mañana me permitiré un devaneo en San Francisco. He quedado con Joan (ex director de tesis de Guillermo, un tipo muy majete) en el monumento a los Brigadistas Internacionales, mi lugar fetiche de SF.
Mientras, Guillermo está por llegar. En estos momentos debe de estar surcando el Atlántico...
Os dejo con un clásico...
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