El lunes se me ocurrió repetir la receta del carrot cake. Mientras iba bakeando el cake me dedicaba, cuchara en mano, a rebañar los diferentes cuencos donde iba mezclando ingredientes. Tras dos horas de cocina y tropecientas cucharadas de mezclas dulzonas.... llevo cuatro días con nauseas y dolor de estómago. El pastel: muerto de risa en la nevera. Lo miro y me pongo mala. Lo he intentado. Y le he puesto ganas. Pero no vuelvo a cocinar nunca más. Punto final.
Aquí os dejo con otra vista del Capitolio. Me voy a dormir...
No hay comentarios:
Publicar un comentario