Últimos días en Berkeley...

Los últimos días en Berkeley están siendo de lo más agitados. En primer lugar, hay que vender todos los muebles. Ya hemos vaciado el apartamento de algunos pequeños muebles. El lunes vendrán a llevarse el sofá y el martes nos quedaremos sin cama y sin mesa de comedor y sillas. Afortunadamente, aún tenemos el colchón de aire que es bastante cómodo. Es un poco triste ver cómo el apartamento se vacía. Snifff...

En segundo lugar, están las despedidas. Llevamos tres días de fiestas nocturnas: Sant Joan en casa de Oriol y Anna con hoguera incluida, viernes de cumpleaños en Palo Alto, y hoy hemos ido a San Francisco a disfrutar de la Gay Parade. En los próximos días, quedaré con los amigos de Berkeley para decirnos "so long". Snifff...

Y en tercer lugar, encontrarte con situaciones surrealistas como la vivida ayer en el supermercado. Fuimos a comprar un pastel para regalar a Carol, que celebraba su cumpleaños en Palo Alto y cuando salimos del supermercado nos encontramos con diez policías apuntándonos con sus rifles de asalto. Guauuuu!!! Alcancé a decir "hellloooo" con mi mano libre y uno de los policías me indicó que nos moviéramos hacia la derecha. Así lo hicimos y la cosa no fue a más. Bueno, más allá de estar una hora en la calle esperando a que los policías cazaran al "malo malísimo" que estaba escondido en el supermercado. Nuestro coche estaba aparcado en el parking y no podíamos cogerlo. Finalmente, todo indica que el "malo malísimo" se había escabullido entre los mangos y no dieron con él.... Por todo el dispositivo policial parecía que se trataba del lugarteniente de Bin Laden...

Los próximos días habrá más despedidas, más venta de muebles y espero que ningún policía apuntándonos con sus pistolas. Yo tendré que batallar con la universidad que ya me han confirmado que he pasado el curso con buena nota (todo As) pero que el certificado va a tardar. Y me ponen problemas para enviármelo a Barcelona. Vamos a ver si todo se soluciona bien.