domingo, 20 de septiembre de 2009

Domingo de solano

Domingo relajado. Me he levantado, he descubierto que Guillermo aún no había llegado a Barcelona debido a que su vuelo había sido desviado a Valencia (tormenta en Barcelona), y me he ido, bicicleta mediante, al Farmers Market de Storke. Allí he aparcado la bicicleta (no ha sido fácil, los domingos cuesta encontrar biciaparcamiento), he paseado por los puestecillos de los tenderos (lo que me ha ahorrado almorzar ya que casi todos los puestos te ofrecen degustar sus productos). Me he comprado un queso al pesto (sin comentarios), unos girasoles para adornar mi solitario jarrón y me he sentado en la terraza de 'Blenders in the Grass' a degustar un batido de 'no sé qué' (he improvisado y ahora no recuerdo de qué era, sólo puedo deciros que era de color lila) y dejar pasar el tiempo mirando a la gente (en su mayoría familias que volvían de ver los partidos de baseball de sus hijos) y disfrutando del solete, aún estival. Cuando me he cansado, he desaparcado la bicicleta, me he ido al 7Eleven, lugar del que cada vez estoy más convencida que es lugar de encuentro de los alcóholicos del lugar, he comprado el periódico, y me he ido a casa.


Pasadas mis cuatro de la tarde, he logrado conectar con Guillermo quien aún se encontraba en El Prat, esperando a que salieran sus maletas. Al cierre de este post, desconozco si las maletas de Guillermo llegaron a salir.

La tarde la he pasado trabajando y poco de interés puedo destacar. Aquí me despido. Cuidad a Guillermo, please!

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