Ayer me reuní con un grupo de amigas en El Cerrito, un barrio a 15 minutos (by car) de nuestra casa [Inciso: barrio del que salió la Creedence Clearwater Revival, se conocieron en su High School de nombre tan original como El Cerrito High School]
Llovía a raudales, de hecho hoy sigue lloviendo así, y entre mis gafas con graduación por debajo de la que yo padezco, la oscuridad, y la lluvia, lo pasé realmente mal conduciendo. Menos mal que el Tomtom me iba indicando los pasos, pero aún así tuve que bajar la ventanilla e ir conduciendo con la cabeza fuera del coche porque no veía nada. La gente me miraba raro.
Está claro que ser la que prepara la cámara y
sale corriendo cuando el temporizador inicia la cuenta atrás provoca estas posturas extrañas en la foto...
Pero casi mejor fue conducir que caminar porque me resbalé y caí por unas escaleras y hoy estoy padeciendo un dolor en la zona lumbar del copón. Menos mal que ayer nos llegó vía postal el nuevo edredón y los ratos de sueño son ahora un placer supremo.
Larry, el perro de la anfitriona.
Cuando fuimos al congreso en Washington DC, experimenté la mejor semana de mi vida de comfort en una cama, así que decidí tomar nota de la marca de sábanas (Hotel Collection) y del edredón utilizados en el hotel donde nos hospedábamos. Total, que el edredón era de la marca Pacific Coast y tras bucear en internet pedí el que utilizan en Hilton y Radisson a la compañía que los fabrica. Ayer nos llegó nuestro nuevo edredón ideado para que nos dure muchísssimos años. Y con la que está cayendo fuera (llueve, llueve y sigue lloviendo a raudales) sólo apetece taparse con el edredón y ver llover... Vamos a ver qué pasa en los próximos días. Guillermo dice que mañana compraremos leña para la chimenea y la haremos servir por primera vez. Pero también dice que la leña es muy cara y que casi mejor nos vayamos al monte a recogerla... Lo dicho, vamos a ver....
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