Un fin de semana tranquilo, dedicado al trabajo pero también al descanso cerebral. El sábado lo pasé íntegramente en downtown Santa Barbara donde aproveché mi paseo para dedicarme al shopping. Me compré el periódico y me senté a comer en una terracita de State Street con la intención de ver pasar a la gente, pero a unos metros de mi mesa se plantó un señor con una serpiente - culebra a la que daba de comer un ratón, y la verdad es que se me atravesó el vegetarian bowl mexicano que me estaba tomando. Pobre ratón!!!
Ir de compras en Estados Unidos es como estar en happylandia, todo el mundo es super feliz, las vendedoras son siempre tan, tan, tan, tan, tan cansinamente simpáticas.... Creo que en general, los norteamericanos se pasan con la cafeina u otras sustancias, porque ese nivel de felicidad extrema que desprenden no puede ser natural. Entras en una tienda y ya hay alguien con una sonrisa dándote la bienvenida, después te preguntan si todo está bien, si has encontrado lo que buscabas, si necesitas ayuda, si el día ha sido maravilloso, se interesan por algo que lleves y te dicen que es / te queda fantástico, si te ven con una bolsa de otra tienda incluso te dicen que esa tienda es amazing y si te ha gustado comprar en ella, y en el probador incluso te preguntan tu nombre (y se lo apuntan!! me pasó en Anthropologie). Intenté mantener ese ritmo de felicidad en una de las tiendas y realmente os puedo decir que es agotador.
De vuelta a casa, por la noche, soy testigo de un accidente en cadena en Hollister que sucede delante de mis narices mientras espero que un semáforo verdee. Me impresiona el estado en el que quedan los coches teniendo en cuenta que la velocidad a la que iban no era muy alta. Ufff... ahora, eso sí, qué educados son los californianos!!! Nadie levanta la voz para acusar a la mujer que había ocasionado la colisión, nada. Han sacado sus papeles, han mirado sus coches y allí les he dejado intercambiando papeles, muy tranquilos.
Y hoy me he levantado, he hablado con Guillermo, que ya vuelve a estar resfriado, y después me he alegrado el domingo hablando con Natalia que ha estrenado condición de madre. La afortunada es una niña de 4 kilos de nombre Carla. Felicidades!!!! Y tras este momento de celebración de la naturaleza y la vida, me he ido pedaleando a seguir celebrándolo con los granjeros del Farmers Market de Storke. He llegado un pelín tarde y ya no quedaban avocatos, pero me he comprado un quesito, unas fresas y uvas.
Tras esta abundante compra, me he comprado el periódico, me he sentado en una terracita con un zumo de naranja y me he quedado allí un ratito tomando el sol. Después he regresado a casa y me he puesto a trabajar hasta que ha empezado en la PBS (cadena pública norteamericana con una programación excelente) un documental sobre los parques nacionales titulado "The National Parks. America's Best Idea" (lo más socialista que existe en EEUU). Documental magnífico. Ha sido muy interesante descubrir la figura de John Muir y fotos de finales del siglo XIX de Yosemite. Si lo pasan en La2, no os lo perdais.
Y poquito más puedo deciros. Hoy se ha muerto William Safire, un señor al que no conocía, pero del que me había hecho seguidora de su página en The New York Times, On Language. Eran artículos muy amenos sobre el uso cotidiano del inglés, especialmente de la creación de nuevas palabras. La semana pasada él ya no firmó la pieza, y en la nota a pie el periódico aducía que "William Safire is on hiatus for a few weeks". Bueno, básicamente el hiatus será eterno. Y con su muerte he descubierto que era bastante conservador y que se había encargado de escribir los discursos a Nixon....Aich!! Bueno, me gustaban sus artículos, me quedo con eso.
Y esto es todo.
Guillermo, no olvides: queso, Nocilla (dos colores), berberechos, y jabugo envasado al vacio.
Ir de compras en Estados Unidos es como estar en happylandia, todo el mundo es super feliz, las vendedoras son siempre tan, tan, tan, tan, tan cansinamente simpáticas.... Creo que en general, los norteamericanos se pasan con la cafeina u otras sustancias, porque ese nivel de felicidad extrema que desprenden no puede ser natural. Entras en una tienda y ya hay alguien con una sonrisa dándote la bienvenida, después te preguntan si todo está bien, si has encontrado lo que buscabas, si necesitas ayuda, si el día ha sido maravilloso, se interesan por algo que lleves y te dicen que es / te queda fantástico, si te ven con una bolsa de otra tienda incluso te dicen que esa tienda es amazing y si te ha gustado comprar en ella, y en el probador incluso te preguntan tu nombre (y se lo apuntan!! me pasó en Anthropologie). Intenté mantener ese ritmo de felicidad en una de las tiendas y realmente os puedo decir que es agotador.
De vuelta a casa, por la noche, soy testigo de un accidente en cadena en Hollister que sucede delante de mis narices mientras espero que un semáforo verdee. Me impresiona el estado en el que quedan los coches teniendo en cuenta que la velocidad a la que iban no era muy alta. Ufff... ahora, eso sí, qué educados son los californianos!!! Nadie levanta la voz para acusar a la mujer que había ocasionado la colisión, nada. Han sacado sus papeles, han mirado sus coches y allí les he dejado intercambiando papeles, muy tranquilos.
Y hoy me he levantado, he hablado con Guillermo, que ya vuelve a estar resfriado, y después me he alegrado el domingo hablando con Natalia que ha estrenado condición de madre. La afortunada es una niña de 4 kilos de nombre Carla. Felicidades!!!! Y tras este momento de celebración de la naturaleza y la vida, me he ido pedaleando a seguir celebrándolo con los granjeros del Farmers Market de Storke. He llegado un pelín tarde y ya no quedaban avocatos, pero me he comprado un quesito, unas fresas y uvas.
Tras esta abundante compra, me he comprado el periódico, me he sentado en una terracita con un zumo de naranja y me he quedado allí un ratito tomando el sol. Después he regresado a casa y me he puesto a trabajar hasta que ha empezado en la PBS (cadena pública norteamericana con una programación excelente) un documental sobre los parques nacionales titulado "The National Parks. America's Best Idea" (lo más socialista que existe en EEUU). Documental magnífico. Ha sido muy interesante descubrir la figura de John Muir y fotos de finales del siglo XIX de Yosemite. Si lo pasan en La2, no os lo perdais.
Y poquito más puedo deciros. Hoy se ha muerto William Safire, un señor al que no conocía, pero del que me había hecho seguidora de su página en The New York Times, On Language. Eran artículos muy amenos sobre el uso cotidiano del inglés, especialmente de la creación de nuevas palabras. La semana pasada él ya no firmó la pieza, y en la nota a pie el periódico aducía que "William Safire is on hiatus for a few weeks". Bueno, básicamente el hiatus será eterno. Y con su muerte he descubierto que era bastante conservador y que se había encargado de escribir los discursos a Nixon....Aich!! Bueno, me gustaban sus artículos, me quedo con eso.
Y esto es todo.
Guillermo, no olvides: queso, Nocilla (dos colores), berberechos, y jabugo envasado al vacio.
4 comentarios:
Habría que enviar algunos miembros de la Escuela Pesimista de Peruíbe, a ver si las vendedoras aguantarían la refriega....¡que estrés!
No, Luiz, estas se dopan a lo grande. Aguantan a quien sea, aunque vengan todos los miembros de la Escuela Pesimista de Peruibe.
Disfruta de ese London otoñal!!!
Cuidado que no es legal traer jabugo, ni siquiera envasado al vacío.
Ya lo sé, pero estoy haciendo una campaña de apoyo a la importación de jabugo,a ver si mi petición tiene eco en los medios USA y se abre un debate.. a lo health reform...
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