No nos damos cuenta de lo rápido que pasa el tiempo y las cosas que quedan pendientes por hacer. Ayer me pasé todo la tarde-noche pensando en esto. Y es que he decidido elaborar dos listas: una de cosas cotidianas pendientes y otra de cosas vitales pendientes, aunque al final ambas se entrecruzan, porque ¿no es lo cotidiano vital y viceversa?
Total, que tenía pendiente desde hace meses llevar mi cámara a limpiar porque estaba "very, very dirty", pero me daba pereza tener que desprenderme de ella por lo que yo pensaba sería una eternidad de tiempo. Como cosa pendiente que tenía, la llevé a arreglar a Samy's Camera y, para mi sorpresa, el simpatiquíssssimo chico que estaba enmarcado (cuánto daño me está haciendo Lakoff, go away, George, go away!!!) en un mostrador con el rótulo 'Repairs', me dijo que en dos horas tendría mi cámara y los objetivos limpios.
Feliz y contenta me fui a dar un paseo por downtown pensando en las grandes fotografías que podría hacer estos días y, a la vuelta, hiper feliz porque iba a recuperar mi cámara super clean, me pasé por el mostrador 'Camera Accesories' donde otro simpatiquísssimo señor que me confesó su pasión por un programa llamado 'Spain on the road again' me vendió un trípode hipermegachulo (e hipermegagigante) y un disparador remoto.
Y así salí yo feliz y un poco preocupada porque de golpe recordé que hacía 10 largos años que quería yo comprarme un trípode, tras la ruptura del que fue mi primer trípode. 10 años!!!! Y de golpe recuerdas todas las pequeñas cosas que quedaron pendiente y que de vez en cuando tu subconsciente te recuerda, así de golpe, sin previo aviso, pero tú no haces caso porque te dices aquello de 'uy! sí, lo tengo que hacer', pero el tiempo pasa y pasa y pasa, y no lo has hecho!!! Y por eso he elaborado mis dos listas, de las que no desvelaré el contenido para no recibir presiones de ningún tipo. Y, como diría Locke, de hecho aún lo sigue diciendo (y no es SPOILER): "don't tell me what I can't do". Y ahí está él, caminando...
La tesis bien, gracias. Ahí está en la lista...
2 comentarios:
El miendo que tengo de tachar cosas de la lista de pendencias es justamente no tenerlas como pendencias. Dejar de desearlas como son: pendencias. A mí, éste vacio ontológico a veces es peor que la materialización de las dichosas pendencias. La posesión de los objetos deseados es el suicídio del placer. ¡Viva la Escuela Pesimista de Peruíbe! ;)
Luizinho, tú tienes delito. Te vas a ventilar la tesis en dos años, y resulta que tienes una "lista de pendencias", y encima cumplirlas para ti es el 'suicidio del placer'!!!! Carajo!!! Pero si todo el horizonte es tuyo, my friend!!! Paliza lenta te daba...
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