sábado, 19 de marzo de 2011

Nicholas Carr y el apocalipsis

Hoy se ha despertado el día lloviendo, y así me he ido a la Universidad con el firme propósito de meterme en la charla que Nicholas Carr daba en el edificio de Ingeniería. Cuando he llegado allí, totalmente perdida y mojada, descubro que se ha de pagar un pastón por escucharle. Mientras valoro si merece la pena desenfundar los más de 100 dólares que me solicitan para tener la badge que me dará acceso al apocalipsis virtual de Carr, se me acerca una persona de la organización y tras las pertinentes preguntas de "where are you from?" y contestar con un .... "B-A-R-C-E-L-O-N-A" (lo digo despacito, enfatizando cada una de las letras que la conforman), no sólo me proporcionan by the face una acreditación que me abre las puertas de todo el recinto sino que también me proporcionan refrescos y un tupperware con una ensalada y cookies (contradicciones californianas). De verdad, ahora entiendo de dónde salen todos esos turistas que pasean por las Ramblas. Nunca les había puesto cara hasta ahora: son todos de California!!!!

Total, he estado escuchando a Carr, buen orador, buen power point, y realmente... qué miedo!!! Básicamente, y a muy, muy, muy grandes rasgos, el majete de Carr dice que las nuevas tecnologías están cambiando nuestros hábitos y con ello nuestro cerebro que es bastante maleable a lo largo de nuestra vida y que responde a los cambios en el entorno. Entonces, el hecho de vivir en un entorno rico en información como el actual (conectividad, multiplicidad, velocidad, interactividad) fomenta el cambio rápido de atención (realmente nuestro entorno premia la capacidad del individuo en centrar rápidamente nuestra atención en diferentes tareas). Pero esto conlleva que se desaliente (discourage) la atención prolongada (las personas dejan de prestar atención en profundidad a cualquier tarea). Nos estamos convirtiendo en consumidores compulsivos de información: "suckers for irrelevancy", todo nos distrae. Estamos ganando en inteligencia visual-espacial, pero al mismo tiempo estamos perdiendo adquisición de conocimiento, análisis inductivo, pensamiento crítico, imaginación y reflexión (así de un tirón, iba yo apuntando todo lo que decía Nicho, en primera fila, en plan super fan).



¿Qué cosas, no?????? Estoy por enviar a paseo el wireless y perderme en el Grand Canyon a ver si se me regenera el cerebro...

2 comentarios:

k. dijo...

Ya había oído hablar de estas cosas...y sí, me parece que el hombre acierta, y da un poco de miedo.

Núria dijo...

Inquietante...