Friday, friday....

Llegó el viernes, aunque la verdad es que no soy muy consciente del día en el que estamos. Sólo sé que es viernes porque en el aparcamiento de bicicletas se encuentra sitio sin problema y en la biblioteca hay un vacio humano considerable. Anyway, hemos empezado el día con nuestra rutina de siempre, es decir, bicicleando a la universidad. Guillermo y yo creemos que hemos perdido peso por practicar esta actividad tan saludable. Sólo pedaleamos 4o minutos al día pero a este esfuerzo hay que añadir que lo hacemos SIEMPRE con el viento en contra, y no os podeis imaginar cómo es el viento en California (por eso hay tanto surfero por aquí...). Llegamos a casa agotados, arrastrándonos por la moqueta. Y parece que ni las zanahorias, ni las almendras, ni los Jamba juice consiguen aportarnos las calorías suficientes para mantener nuestro peso. Vamos a ver qué pasa en las próximas semanas...

Hoy me he vuelto a encontrar con mis amigas las ardillas. He intentado hacerles una foto pero se han percatado de mi presencia y han huido. Es curioso, porque están en un lugar donde pasan cientos de bicicletas cada día, y con el movimiento de las bicicletas ni se inmutan, ellas siguen jugando y correteando, pero en cuanto han notado que una bicicleta se paraba, han alzado sus orejas y se han escabullido. He esperado pacientemente que aparecieran de nuevo, pero lo máximo que he podido 'cazar' ha sido a esta ardilla haciendo de vigilante. Son muy, muy simpáticas las ardillas.

Ardilla esperando mi marcha...

Por cierto, lo que vi el otro día, un cisne, era realmente una cigüeña. Un problema de apreciación cromática. Pero se parecen, no?

Y aquí os adjunto una foto de una de las casas del barrio. Parece ser que encontraron una cucaracha en el lavabo y como aquí todo lo hacen a lo grande, pues este es el resultado....

Pest control.

El de la bici es Guillermo, el atlético.

Por lo demás, hoy hemos ido al cine (Star Trek, pasable). En el cine hemos descubierto que tras comprar las palomitas puedes añadirles mantequilla, caramelo, jalapeños, queso, y me ha recordado una conversación que tuve hace años con mis amigos Txetxu y Roberto a esas horas de la noche en la que sólo se habla de cosas profundas frente a una panadería. Hablábamos sobre nuestra pasión por la Nocilla y Roberto (alias Karaka, el miembro más activo de este blog, un besote Rober!!) declaraba que su pasión era tal que se comía la Nocilla con chorizo, y Txetxu con palomitas. Yo sólo me la comía con la cuchara. Ai! Aquí no hay Nocilla. Por favor, si alguien viene a visitarnos que se traiga dos botes de Nocilla de 500 gramos (bicolor, please). Se lo agradeceremos.

Y Guillermo está histérico porque la próxima semana tiene que hacer una presentación en el departamento de Political Science de su proyecto sobre la formación de la identidad partidista en Europa. Qué fin de semana me espera!!!!