miércoles, 3 de marzo de 2010

Amtrak y llegada a SF

Hoy me he levantado tempranito porque me iba a San Francisco. Así que a las 10 estaba en Entrance Road esperando el bus que me llevase a downtown Santa Barbara, cuando se me ha acercado un señor con un acento de lo más característico. Era de Mississippi, y os aseguro que su inglés era increíblemente difícil de seguir. No sólo por su acento sino también por palabras extrañas a mis oidos. Guaauuuu!!! El tipo era un ‘vivalavida’, tendría unos 70 años y era muy divertido. Nos ha entretenido a todos los que íbamos en el autobús durante los veinte minutos que dura el trayecto.

Estación de San Luis Obispo.

En downtown me he ido hasta la coqueta estación de tren de Santa Barbara y allí me he eternizado esperando el tren. Pero como los estadounidenses siempre tienen ganas de hablar, la espera se ha hecho amena. Tras departir amigablemente con varias personas, un hombre me ha dicho que había estado en Barcelona y Palma de Mallorca… en la guerra de Vietnam!!! Y lo que más recordaba de Barcelona eran… los pollos a l’ast!!! Ja,ja,ja…

Finalmente, con dos horas de retraso, me he montado en el tren. Y sólo puedo decir que me ha encantado. Yo ya había hecho el trayecto Nueva York – Boston y sabía de la comodidad de los trenes (unos asientos muy espaciosos y el vagón en silencio), pero este tren, la línea del Pacific, es realmente una experiencia. Para empezar, es un duplex, teniendo en la parte superior los asientos. Y en el piso inferior te encuentras la zona de bar donde comprar snacks o sándwiches, una sala con juegos recreativos o los lavabos. Pero lo que me ha dejado con la boca abierta a lo Martínez Soria llegando a Madrid ha sido el vagón panorámico. En este vagón, con vistas por un lado al océano y por otro lado a las montañas, los asientos miran hacia las ventanas y tú puedes estar sentada cómodamente tomándote un refresco mirando el océano o las estrellas (parte del techo es ventana).

Mis piernas y yo disfrutando de las vistas.

Otro que disfruta de las vistas (las de montaña).

También tiene mesas donde la gente se sienta con sus ordenadores o juega a cartas. Además, por megafonía te van explicando los lugares por los que pasas y también te hacen alguna que otra broma (tampoco agobian mucho, impera el silencio y la gente hablando en voz bajita, qué gustazo!!).

Más vistas.

A las 4pm pasan a preguntar si quieres cenar en el restaurant (muy monín él) y te apuntan hora y lo que quieres tomar para tenértelo preparado. Y cuando anochece una señora pasa ofreciéndote una almohada (los asientos son super reclinables, así que puedes dormir cómodamente, de lo que yo he dado cuenta). Superb!! Si alguien viene a visitar California le recomiendo que tome este tren (es más, me explican que el mejor trayecto es el que une Los Angeles con Santa Barbara o el que viene de San Diego), os va a encantar!! Además, como en febrero ha llovido, está todo verde y es una gozada para los ojos. Sólo puedo decir que California es muy bonita.

Rainbow.

Y dicho esto, son horas y horas las que pasas en el tren (quizás es mala suerte, pero se estropea por el camino y llego con 3 horas de retraso), así que mejor tomárselo como una experiencia y disfrutar del lugar. Es más, creo que todos los que me rodean se lo toman así porque nadie se enfada por el retraso. A lo mejor es el carácter californiano.


Vagón recreativo.

Llego a SF a las tantas, y antes de enclaustrarme en el hotel (discreto, sencillo, básico) me voy a un drive-in a tomar algo. Son las 12.30 de la noche y hay algo abierto. San Francisco es una city!!!! Yihhhaaaa!!! Como estoy animada, acaban cerrando el restaurant conmigo dentro y de charla con todos los pinches de cocina que me dan indicaciones de donde ir en Berkeley y donde no ir (no way Oakland, el crimen ha subido mucho). Acabo con unos números de teléfono apuntados en una servilleta y la promesa de volver por allí cuando Gui y yo estemos instalados. Buena gente, pensaban que yo era anglo total. Fuerte, eh?

Y aquí estoy en el hotel, a ver si veo antes de irme a dormir el último episodio de Lost que me lo he perdido. He llamado a Guillermo y debe estar descansando, aunque me llamó cuando llegó a Londres bastante contento porque había utilizado los noise-cancelling y había podido dormir.

Y bueno, mañana he de patearme Berkeley en busca de un lugar para vivir. A ver qué me espera… Bona nit!!

PS.- Gui, please, Nocilla, please, please, please.

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