Esta mañana ha tocado levantarse temprano puesto que Guillermo viajaba a Barcelona. Con mucha pena y dolor le he dejado a tiempo en la parada de Goleta del Sbairbus. Y a la vuelta me ha pasado lo que siempre he temido que me pasase: un indefenso pajarillo se ha cruzado en mi camino y mi odioso coche lo ha arrollado. Ha sido a la altura del aeropuerto de Santa Barbara y sin tiempo para reaccionar. Ahora ya podré unir a las historias de los bebedores de cervezas del Mercury un accidente más que explicar... Pobre pajarillo. He encendido una vela en su memoria. Ahí está, consumiéndose, la vela.
El que se fue...
Y por lo demás, aquí sigo con mis trabajos y mis clases de english. Voy a poner un poco de énfasis en el blog a mi actividad laboral, porque de lo contrario, puede que alguien llegue a pensar que mi vida californiana se basa únicamente en las relaciones sociales y en el consumo (excesivo) de cookies. Esta última semana he finiquitado un paper para presentar en un congreso de Limerick (Ireland) y al mismo tiempo he rematado un artículo para una revista sobre e-politics (paper y artículo trabajados conjuntamente con unos compañeros de la UAB). Ahora estoy trabajando intensamente en la presentación de mi proyecto de tesis para mostrar a un grupo de investigación de Berkeley. Espero poder tenerlo acabado en dos días. Y, a continuación, seguiré trabajando en la elaboración de la muestra de la tesis.
Ya no venden alcohol...
Y dicho esto, mis clases de english siguen siendo cada vez más intensas. Ahora ya son dos los días que alargo la clase por la tarde (martes y miércoles). La clase de los miércoles es sobre historia norteamericana y la de los martes sobre slang y cotidianidades estadounidenses. Bastante interesante. El otro día tratamos el genocidio indio. Con mis compañeros de clase la relación es excelente. Me han regalado un foulard de seda (100%) original de China y un sobre rojo con un billete de 10 yuanes. Era la forma de felicitarme el año nuevo chino (el año del Tigre). Se supone que con la entrega de ese sobre rojo,
en mandarín 红包 [hong bao],
y el billete de 10 yuanes todos los malos espíritus desaparecerán. Vamos, que este va a ser mi año feliz. Pero yo me pregunto: ¿cómo puedes saberlo? Y es que, como decía mi buen amigo Joseph, la gente se queja de que el paro continúa aumentando en los States, pero lo que ignoran es que sin las medidas adoptadas por Obama, el paro sería mayor. Pues eso, que si no fuese por el sobre rojo, quizás hoy hubiese atropellado a todas las aves migratorias de Central Coast, pero como tengo mi sobre rojo conmigo, pues sólo he atropellado a una.
Cartel en la universidad...
Y nada más. Mañana me marcho a San Francisco. Yihhhhhaaaa!!!! Me voy en el tren de la costa que dicen que tiene unas vistas wonderful (llevaré la cámara de bolsillo, calidad ínfima, pero bueno...). El miércoles tengo unas cuantas citas en Berkeley para ver apartamentos, el jueves tengo un seminario en Stanford, y el viernes y sábado continuaré buscando apartamento en Berkeley. También aprovecharé para apuntarme a unos cursos de perfeccionamiento del acento americano, aunque no sé si aún quedarán plazas. He de continuar con este non stop de english speaking!!! Actividad!!!!
Y por lo demás, bien.
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