jueves, 4 de marzo de 2010

Berkeley y Stanford

Estoy reventada. Tanta 'walkability' agota. Ayer, Berkeley y hoy me he ido a Stanford. En Berkeley estuve buscando apartamento donde vivir. Visité dos, uno era una casita ('cottage') y otro un apartamento bastante espacioso. Pero no me acabó de convencer la zona donde estaban (frontera de Berkeley con Oakland) así que mañana volveré a patearme Berkeley, esta vez centrándome en Berkeley North, que es un barrio repleto de cafés, librerías, acupunturistas...


Ambientillo más alternativo...

Calle berkelyana.

Y hoy he asistido a un seminario en Stanford. Seré breve porque estoy agotada. Stanford es muy bonito, tan bonito que parece una postal. Pero le falta la chispa 'after' de los surferos o 'colgados' de Santa Barbara. Desde el centro de San Francisco tardas 40 minutos en tren (Caltrain), que te deja en Palo Alto y desde allí shuttles gratuitos te llevan a diferentes puntos del campus (como ir a Bellaterra desde Barcelona). Palo Alto queda al otro lado de la vía, pero no puedo decir nada porque no lo he pisado.

Tren a Stanford (dos niveles: en el inferior dos filas de asientos para dos personas,
y en la parte superior dos filas de asientos individuales, y en el medio bandeja para dejar el equipaje).

Me imagino que en Palo Alto vivirán todos los estudiantes, aunque se puede vivir perfectamente en San Francisco e ir cada día en tren. Lo mismo serviría para Berkeley, donde se llega a través del BART, que es el 'metro' de San Francisco, y en 15-20 minutos estás allí. Mañana, si tengo tiempo, intentaré entrar en el campus de Berkeley. A diferencia de Stanford, la universidad de Berkeley está incrustada dentro del 'pueblo' de Berkeley y alrededor de ella hay todo un bullicio de cafés y tiendas. No sé, mañana deambularé un poco más por la zona para hacerme una idea del ambiente que se respira.

Puerta(s) de entrada a una casa en Berkeley.

Y por lo demás, estoy muy contenta con el hotel donde me encuentro, The Opal San Francisco. Tranquilo, bien comunicado, céntrico, con wifi gratis, buen servicio, limpio. Recomendable para aquellos sin grandes pretensiones, budget. Hacía diez años que no venía a San Francisco y hoy, cuando me he vuelto a encontrar en Union Square, ha sido toda una alegría (aunque me he perdido, por mala memoria). La ciudad vibra, hay mucho movimiento (de hecho, me he encontrado con una manifestación de estudiantes contra el recorte presupuestario),

Esta la cosa muy mal...

muchas exposiciones y teatros por visitar, muchos restaurantes que saborear, muchos cablecar que montar, muchas calles que pisar, muchos zumos que tomar... Qué ganas!!!!!

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