sábado, 16 de mayo de 2009

Benedetti y nuestro coche....

Gaviota...

Vaya semanita... Hoy me encuentro la triste noticia que Mario Benedetti ha fallecido. Qué se puede decir de él? Sólo un poema:

No te salves

No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo
pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo.

Por lo demás, este fin de semana ha sido bastante movidito ya que ayer Guillermo no aguantó más vivir sin coche y fuimos a Fairview Avenue a comprarnos uno. El coche es terriblemente antiguo pero relativamente barato (impuestos, cambio de nombre y demás fees = 2.500 dólares). Hemos comprado un Honda Civic del '95, y desafortunadamente para mí, el coche no cuenta con cambio automático. El argumento de Guillermo es que así no nos olvidamos de conducir 'a la europea'. Bueno, es un coche muy básico, pero para nosotros estará bien. De todos modos, el Ford Explorer estaba bastante bien, lástima de la puerta que no se abría...

Nuestro coche en nuestro garaje.

Born to be wild.....

Tras darnos de alta en un seguro básico (50 dólares / mes), hoy domingo nos hemos ido de ruta a Solvang. Solvang es un pueblo en el valle de Santa Ynez fundado en 1911 por unos daneses que buscaban un lugar tranquilo para construir una escuela donde los estudiantes aprendieran la cultura danesa. La cuestión es que el ambiente danés continua en el pueblo y en su arquitectura y es un lugar famoso en la zona para tomar cookies. Nosotros íbamos con la intención de empacharnos de cookies danesas, pero hemos cometido el error de pararnos a comer en una terracita del lugar y nos hemos puesto morados de salchichas danesas que no nos han dejado más espacio en nuestros estómagos para cookies. El lugar es pintoresco, pero excesivamente enfocado al turismo, parece Disneyland.

Arquitectura de Solvang.

Molino de Solvang y yo más chula que un ocho.

Guillermo cruzando una calle de Solvang.

Desde allí nos hemos acercado a la reserva de los indios Chumash. No os imagineis indios viviendo en tiendas y rodeados de búfalos. No, lo que te encuentras es un casino resort: Chumash Casino Resort. Ya sabeis que no es ilegal que en las reservas indias existan casinos, así que éstos aprovechan y hacen negocio. La cuestión es que el casino es E-N-O-R-M-E (no quiero pensar cómo serán los de Las Vegas) y es un mundo aparte: gente y más gente jugando a máquinas tragaperras, fumando, bebiendo, mesas y más mésas para jugar al poker. Impresionante la fauna del lugar... Guillermo se ha agobiado. Yo me hubiese pasado horas observando a toda esta gente que se pasa horas y horas jugando a las máquinas. Guillermo dice que le parece un espectáculo triste. Y tiene razón, pero hay algo en ese ambiente que te lleva al lado oscuro de la vida...

Guillermo harto de mis fotos.

De vuelta a Goleta, hemos parado en la playa a hacer unas fotos.

Ante el Pacífico y la niebla.

El Pacífico nos arroja en los últimos días una densa niebla que nos envuelve. Esto me recuerda la película de John Carpenter, "La niebla" (The Fog, en idioma local) que tiene lugar en la costa de California y donde pasan cosas muy extrañas.....

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Bé, ara ja tenim totes les vostres dades complertes: telèfon, mòbils, adreça, número de matrícula, noms i cognoms vostres i de les vostres famílies. Espero que ningun psicòpata es miri el blog.

Pere

Adrián dijo...

Diosssssss, ¡no había leído esta entrada! ¿Nadie jugaba a póquer?, ¿no había reproducciones en cartón piedra de Gerónimo? Qué envidia, la virgen.